La Cátedra sobre Anticipación Sociocultural y Resiliencia desarrolló primer ciclo de talleres con Innova Mujer – MIEM

Con el fin de promover capacidades y competencias para el desarrollo sustentable, y sobre todo empoderar mujeres empresarias, es que se realizó esta primera experiencia piloto, la cual estuvo a cargo de la Cátedra UNESCO en Anticipación Sociocultural y Resiliencia del Instituto SARAS y el programa “Innova Mujer” perteneciente a la Dirección General de Secretaría del MIEM, en el marco de la Comisión de Desarrollo Social Sostenible y Equidad de Género.

Este ciclo se enmarca dentro de las actividades de la Cátedra, como parte de un trabajo en redes, que busca fomentar la investigación y formación en el enfoque de Alfabetización en Futuros (Futures Literacy, UNESCO). El propósito es generar conocimientos y fortalecer capacidades y competencias en sistemas anticipatorios y resiliencia, contribuyendo a crear las condiciones que posibiliten transformaciones sociales, colectivas e individuales para el bienestar sostenible e inclusivo.
Supuso un proceso de cinco meses de trabajo, el cual constó de una etapa de diseño “a medida” que pudiera acompañar el proceso de formación del grupo de empresarias y sus necesidades, en concordancia con el propósito general. Se parte de la idea de que la anticipación constituye un aspecto fundamental en los procesos de adaptación y resiliencia, al orientar y dar sentido a información nueva y cambiante en contextos de incertidumbre, así como integrar múltiples tipos de conocimiento.

Treinta y cinco empresarias fueron las protagonistas de talleres y entrevistas de coaching personalizado con énfasis en la anticipación como capacidad clave para el aprendizaje y la creatividad. El propósito de las 6 jornadas de trabajo en taller giraba en torno a facilitar herramientas para que cada empresaria pudiera incorporar innovaciones en sus productos, procesos o servicios para dejar sentadas las bases para desarrollar empresas no solo innovadoras, sino también resilientes. Siendo la orientación a la innovación, la creatividad y el aprendizaje continuo, “habilidades o competencias blandas”, es que las empresarias se vieron fortalecidas en torno al valor que esto genera en el escenario laboral/empresarial actual. Por último, se buscó estimular compromiso y pertenencia a la comunidad, a través del trabajo colaborativo y en red. Las dinámicas y tópicos tratados en cada instancia, resultaron en un positivo intercambio de grupo humano. Se creó “lenguaje compartido”, a partir de los intercambios de saberes, conocimientos, información, y sobre todo en aprendizajes colectivos, facilitados por las metodologías de co-creación. Se experimentaron modos de trabajo colaborativo, que sorprendieron a las participantes por la eficacia al momento de alcanzar los propósitos de las consignas para las actividades, siendo más que la suma de cada esfuerzo personal.

Las participantes evaluaron los talleres como muy enriquecedores, permitiéndoles encontrar otras perspectivas y potencialidades a sus propios emprendimientos, lo que las impulsó aportándoles, en algunos casos, a reformular y ampliar su propuesta de valor, significando un impacto concreto en el desarrollo de sus empresas como posible a desarrollar. También, manifestaron sentirse más cómodas con la idea de futuro, así como más empoderadas a la hora de manejar asertivamente la incertidumbre.

Para Lydia Garrido (Investigadora Asociada del Instituto SARAS), quien lidera esta Cátedra, el curso “cumplió ampliamente las expectativas y el propósito que tenía en cuanto a propuesta de formación”. Indicó que “las participantes comprendieron la textura de la temporalidad, pudieron darse cuenta como tendemos a proyectar lo conocido en el futuro, por lo tanto, el pasado en el presente aparece proyectado hacia mañana como repeticiones o continuismos (…) un ‘más de lo mismo’; y limita la capacidad de imaginar creativamente alternativas – pensar diferente”. En el enfoque de Alfabetización de Futuros de la UNESCO, diferenciar cambio de permanencia es un paso clave para comprender cómo se hace “uso del futuro” en el presente y, por ende, dónde existen las barreras y oportunidades para activamente dar forma a nuestros futuros.

En síntesis, en base a los testimonios de todas las participantes, se pudo confirmar que lograron descubrir un “mundo más amplio”, con alternativas y posibilidades aquí mismo en el presente, en su entorno y accesibles para incorporar en su toma de decisión y acción, y así aplicarlo a su actividad y empresa. Lograron vivenciar y experimentar cómo al cambiar los supuestos anticipatorios, cambia su percepción del presente y, en definitiva, abre nuevos futuros.

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