Desde sus inicios, hace ya más de una década, el Instituto SARAS ha buscado establecerse como un espacio educativo y de investigación diferente, innovador para la región, intentando posicionarse como una institución académica de enseñanza e investigación de referencia sobre el trabajo transdisciplinar y la articulación entre el arte y la ciencia, en torno a temas de sostenibilidad y resiliencia, desde una perspectiva latinoamericana.

Habiendo nacido como un sueño que imaginaron Marten Scheffer (Fellow honorario Ex-officio de Instituto SARAS) y Néstor Mazzeo (Director Ejecutivo) allá por el año 2006, su visión se ha convertido en realidad y hoy en día SARAS cuenta con más de 10 años de existencia. D desde 2016, el instituto se encuentra instalado físicamente en la sede emplazada en el Balneario Bella Vista, Departamento de Maldonado, Uruguay.

Aquello que parecía un objetivo lejano, logró materializarse debido a los encuentros con diversas personas que, motivadas por la misma visión y ánimo, a través de su trabajo y cooperación más allá de su lugar en el mundo, lograron hacer aportes que resultaron en grandes aprendizajes y permitieron la continuidad de aquel sueño.

Es esa continuidad a la que han apelado los miembros del primer Consejo Asesor fundador, que siempre visualizó un consejo rotativo para conseguir la mayor amplitud de saberes e incluso, para que Sudamérica tenga una amplia participación dentro de la organización. Cabe destacar que uno de los aspectos que diferencian al Instituto SARAS de las estructuras clásicas de institutos académicos, es el deseo y la necesidad de integrar y darle protagonismo al vínculo entre el arte y la ciencia, lo cual ha impulsado numerosas colaboraciones y motivación durante sus jóvenes años, los cuales vieron la incorporación de artistas y científicos de todas partes del globo.

En diciembre de 2018, en el marco de la reunión anual de la organización, una nueva conformación de su Consejo Asesor quedó instaurada. El cambio significativo tuvo lugar en la co-dirección de dicho consejo, a través de la partida de Marten Scheffer (Universidad de Wageningen, Holanda), miembro fundador, quien pasó a tomar un rol como Fellow Honorario Ex-officio, para dar lugar a Laurie Beth Clark (Universidad de Wisconsin-Madison, Estados Unidos) como directora, compartiendo el liderazgo con Esteban Jobbágy (Universidad Nacional de San Luis, Argentina). Desde su comienzo ha sido el ánimo de esta organización, que el liderazgo compartido del Consejo Asesor contemple perfiles de los campos de las artes y humanidades, y de las ciencias. De esta forma, la dirección seguirá rotando de forma asincrónica con el fin de conseguir la continuidad y con el objetivo de poder visionar una dirección desde Latinoamérica.

Al mismo tiempo, el resto de la integración del consejo vio la partida de Eduardo Viola (Universidad de Brasilia) y de Patricia Balvanera (Universidad Nacional Autónoma de México y vicepresidenta del comité científico del Programa sobre Cambio Ecosistémico y Sociedad ‒ PECS), quienes dieron lugar a la incorporación de los investigadores Pedro Jacobi (Universidad de San Pablo – Brasil) y Rafael Calderón Contreras (Universidad Autónoma Metropolitana de Ciudad de México). El resto de los miembros del Consejo Asesor se mantiene intacto e incluye a Cristina Zurbriggen (Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República Uruguay), Matilda Baraibar (Universidad de Estocolmo), Henrik Österblom (Universidad de Estocolmo), Jesee Lee Kercheval (Universidad de Wisconsin-Madison), Ricardo Ehrlich (Instituto Pasteur de Montevideo), Stefan Gelcich (Pontificia Universidad Católica de Chile), Jorge Marcone (Universidad de Rutgers-New Brunswick) y Mariana Meerhoff (Centro Universitario de la Región Este y de la Facultad de Ciencias, Universidad de la República, Uruguay) como siempre, buscando mantener un equilibrio entre los diferentes campos disciplinares y las miradas regionales-internacionales.

Destacamos que coincidiendo con la partida de Marten Scheffer, este año ha tenido lugar la publicación de la historia del Instituto SARAS en la revista académica “Ecología y Sociedad”. De esta publicación enfatizamos una de sus frases que resume el espíritu y la visión de la institución: “Si SARAS puede mantener su “sueño” en el proceso continuo de rejuvenecimiento de su diverso equipo basado en la confianza, se verá como una fuente creciente de inspiración y éxito para la región.”

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